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jueves, 30 de julio de 2015

Garrido en Politileaks - Por Santiago O´Donnell







No se trata de un cable cualquiera: fechado en mayo de 2009, informa sobre la ineficacia de los organismos gu­bernamentales encargados de controlar la corrupción en la Argentina. Lo hace tomando como ejemplo una serie de transacciones y negocios del círculo íntimo de matrimonio presidencial. El cable concluye que esas actividades llamati­vas o sospechosas del entorno presidencial no habían sido investigadas a fondo debido a la carencia de un sistema de justicia penal, civil y administrativa lo suficientemente au­tónomo y transparente como para llevar adelante investiga­ciones sensibles de poderosas figuras del kirchnerismo. El cable, firmado por quien en ese momento era el número dos de la embajada, Tom Kelly, empieza de la siguiente forma:

Resumen: las recientes medidas tomadas por el gobier­no de la Argentina (GDA) socavan la independencia y la eficacia de las agencias argentinas con jurisdicción sobre casos de corrupción. A principios de marzo re­nunció Manuel Garrido, fiscal general de la Argentina para casos de corrupción, alegando frustración por las supuestas limitaciones impuestas a su autoridad por el fiscal general, Esteban Righi. Desde finales de 2008 hasta febrero de 2009, el jefe de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, se pronun­ció públicamente en contra de lo que él, la prensa y la oposición caracterizaron como un intento del GDA de limitar su ámbito de competencia. Tanto Garrido como Despouy han investigado e informado públicamente ha­llazgos que implican irregularidades por parte de fun­cionarios kirchneristas y aliados. El presidente Kirchner designó a un amigo de la familia, Julio Vitobello, al frente de la Oficina Anticorrupción (OA) y a otro aliado, Carlos Pacios, para reemplazar a Vitobello en la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). En el caso de Santa Cruz, la provincia de los Kirchner, una sobrina de Kirchner está a cargo de la “investigación” sobre las cuestionables transacciones de tierras que involucran a los Kirchner y su círculo. Estos hechos apuntan a un marco institucional débil y empobrecido para los inten­tos intermitentes de combatir la corrupción pública en la Argentina. Fin de resumen.

La primera parte del cable está dedicada a la renuncia de Garrido, actual diputado por la Unión Cívica Radical (UCR). Garrido renunció a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) en 2009, luego de haberla encabe­zado durante cinco años, con una dura carta pública en la que acusaba a Righi y al gobierno de no dejarlo hacer su trabajo. Garrido anunció que su dimisión era una con­secuencia directa de un decreto de Righi que limitaba la competencia de la FIA a las denuncias penales iniciadas por esa fiscalía, lo que para Garrido equivalía a destruir la independencia del organismo, ya que tenía el efecto de apartar a la fiscalía de los casos más resonantes del mo­mento. El autor de cable destaca que Garrido fue el fiscal que más investigó a los pesos pesados del kirchnerismo, pero advierte que renunció sin haber conseguido una sola condena. La primera llegaría tres años y medio después de la renuncia de Garrido, en diciembre de 2012, cuando Felisa Miceli, la ex ministra de Economía, fue sentencia­da a cuatro años de prisión por encubrimiento agravado. Otro de los funcionarios investigados por Garrido, Ricar­do Jaime, tiene abiertos más de veinte procesos judiciales y en septiembre de 2013 fue condenado a seis meses en suspenso por ocultamiento de pruebas.

Garrido se había distinguido como el fiscal que pre­sentó o hizo avanzar los casos de corrupción que in­volucran a los funcionarios más encumbrados de la administración. Garrido tuvo un papel importante en los siguientes casos: la supuesta manipulación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) por parte del secretario de Comercio Interior, Gui­llermo Moreno; las acusaciones de corrupción en el caso Skanska; la bolsa de dinero que se encontró en la oficina de la entonces ministra de Economía, Felisa Miceli; el presunto enriquecimiento ilícito de Néstor Kirchner y, por separado, del ex negociador de la deu­da, Daniel Marx; el sobreprecio de los contratos públi­cos de obras; la instalación de cables de electricidad en el sur de la Argentina por parte de Electroingeniería, una compañía con estrechos vínculos con los Kirchner que emplea al hijo del ministro de Planificación, De Vido; el manejo por parte del gobierno de la Argen­tina de la publicidad oficial a través del secretario de Prensa, Enrique Albistur; las reparaciones de trenes del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y el proceso de decisión para el otorgamiento de concesiones de autopistas. Informes de prensa señalaron, sin embargo, que a pesar de que Garrido ha puesto en marcha más de un centenar de investigaciones en cinco años (en comparación con cuatro investigaciones en nueve años realizadas por su predecesor), no obtuvo ninguna condena durante su mandato.
A continuación, se mencionan algunos apoyos que Ga­rrido recibió de políticos opositores y miembros de la so­ciedad civil —entre ellos, el presidente de la UCR, Ernes­to Sanz, y los diputados opositores Adrián Pérez y Laura Alonso— luego de su renuncia y tras el descargo de Este­ban Righi, quien acusó al fiscal renunciante de presentar denuncias “prematuras” y “pobremente documentadas” pero de “alto impacto publicitario”.

Bajo el subtítulo “Disparos de despedida”, el cable sigue con una enumeración de las últimas denuncias que Garri­do había presentado antes de dimitir. Coviares, una de las empresas mencionadas, fue noticia en julio de 2013, cuando el gobierno bonaerense le rescindió la concesión de la auto­pista Buenos Aires-La Plata citando, entre otros causales, “irregularidades en los estados contables y en la situación patrimonial y financiera de la empresa”.

Antes de renunciar, Garrido presentó varias denuncias criminales que involucran a funcionarios del gobierno argentino. Una de ellas acusa a Claudio Uberti, el ex regulador de autopistas que fue despedido en el escándalo del “Valijagate”, y a Gustavo Simeonoff, del Ministerio de Planificación, por irregularidades administrativas y presunta colusión en la negociación de contratos con la empresa constructora de autopistas Coviares. Los otros dos casos acusan al Ejecutivo de irregularidades en la gestión del financiamiento de las campañas —específicamente en relación con la difusión de actos políticos en una red privada de televisión por cable usando fondos públicos— y de presuntas irregularidades en otra concesión de la autopista con la empresa Caminos del Valle S.A. Garrido presentó la denuncia de financiamiento de campañas ante la Cámara Nacional Electoral. Garrido también presentó una denuncia penal por sobreprecios en un proyecto de cableado eléctrico a cargo de Electroingeniería, una compañía con estrechos vínculos con el gobierno de Kirchner.

El cable continua con los presuntos intentos del gobierno de desplazar de su cargo al titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, nombrado por la oposición como titular de ese organismo de control que depende del Congreso, puesto en el que aún permanece.

La AGN se encuentra en el centro de un segundo conjunto de debates sobre las voces independientes en la estructura del gobierno argentino. La prensa dio una importante cobertura a una pelea a gritos en una reunión pública de la junta directiva de la AGN en febrero. El Congreso creó la AGN para ser dirigida por alguien, en la actualidad Leandro Despouy, nombrado por la oposición para auditar al GDA. En la reunión de febrero, Despouy frustró los esfuerzos de los aliados de Kirchner para limitar su autoridad en el establecimiento de la agenda de la AGN y para impedir la publicación de los informes de la agencia. Despouy señaló que ni un solo informe AGN había sido refutado en los siete años que llevaba a cargo de la agencia, pero advirtió que la AGN estaba en riesgo de perder su credibilidad como le había sucedido, según él, a la controvertida agencia de estadísticas del gobierno argentino (INDEC). Identificó el informe de la AGN sobre sobreprecios en un proyecto de obra pública adjudicado a Electroingeniería como el factor principal que provocó la movida del gobierno argentino para desplazarlo. El informe fue publicado en la página web de la AGN el 3 de diciembre de 2008, después de ser aprobado y firmado por los siete auditores generales en la Resolución 199/08-AGN y después de ser presentado ante el Congreso. Pero se retiró en enero, cuando el gobierno de la Argentina negó su existencia y contenido. El 10 de febrero, “Clarín” publicó una opinión escrita por Despouy en la que defendió el historial de la AGN y llamó la atención sobre el ataque del gobierno a la transparencia, representado por su intento de limitar la publicación de los informes de la AGN. El informe de la AGN sobre Electroingeniería se volvió a publicar en la página web y a principios de mayo de 2009 seguía disponible.

Después de hablar de Garrido y Despouy, el autor del cable critica los nombramientos de los funcionarios kirchneristas Julio Vitobello y Carlos Pacios para dirigir —y planchar— la Oficina Anticorrupción y la Sindicatura General de la Nación, respectivamente. Después, el despacho diplomático dirige su atención hacia la Patagonia para hablar de los negocios de la familia Kirchner en Santa Cruz. Ahí es donde aparece mencionado Lázaro Báez, junto con otros empresarios cercanos al  matrimonio presidencial. El subtítulo de la sección reboza de ironía: “Juegos inmobi­liarios: todo queda en familia”.
En Santa Cruz, la provincia de los Kirchner, la investigación de un caso contra miembros de la administración y sus aliados en el sector empresarial permanece estancada. El caso se centra en la venta preferencial de grandes propiedades a unos cincuenta altos funcionarios del gobierno, incluyendo a los Kirchner, y a empresarios pro gobierno durante los últimos años del mandato de Néstor Méndez, el alcalde de El Calafate entre 1995 y 2007. La investigación está en manos de la fiscal Natalia Mercado, que es la hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y sobrina del ex presidente Néstor Kirchner. El caso se inició con una denuncia formal presentada por el líder de la UCR local y ex candidato a alcalde, Álvaro de Lamadrid, y se centra en la adquisición de terrenos municipales por los Kirchner y allegados, entre ellos Rudy Ulloa, Lázaro Báez, Carlos Sancho, Fulvio Madaro, la mismísima Natalia Mercado, Romina Mercado, Julio Ciurca y Ricardo Etchegaray. Néstor Kirchner supuestamente ha revendido dos hectáreas (20 mil metros cuadrados) a un grupo inversor chileno por dos millones de dólares, cuarenta veces lo que pagó menos de dos años antes. Lamadrid también alega que el municipio promueve una política de obras públicas destinadas a beneficiar a los propietarios de tierras VIP. Méndez se encuentra en el centro del caso, acusado de abuso de autoridad y tráfico de influencias. Ahora diputado provincial por el Frente para la Victoria (FPV), Méndez insiste en que las ventas fueron legítimas.

El comentario final del cable diplomático no llega a decir que el gobierno de los Kirchner es corrupto pero enume­ra ejemplos de las “debilidades evidentes en componentes clave de la arquitectura anticorrupción en la Argentina”. Y cierra diciendo que sobran razones para incluir a la Argen­tina en la lista negra de Transparencia Internacional.

Comentario: Los escándalos de corrupción de la Argentina con frecuencia hacen mucho ruido al principio, sólo para disiparse en el olvido debido al lánguido ritmo de las “investigaciones” y al interminable ping-pong jurídico al que son sometidas. Según la ONG local Centro para el Estudio y la Prevención de los Delitos Económicos, los casos de corrupción en la Argentina tardan catorce años, en promedio, en resolverse y sólo 15 de los 750 casos juzgados dieron lugar a condenas. En la FIA, Garrido mantuvo un nivel frenético de actividad en el lanzamiento de más de cien investigaciones, pero no obtuvo una sola condena en más de cinco años. En la AGN, Despouy obtiene altas calificaciones por el mantenimiento de altos estándares de integridad, pero persisten los cuestionamientos en cuanto a la eficacia y el impacto de la AGN. En la OA, la amigable camaradería de Vitobello con los Kirchner sugiere un conflicto de interés, al igual que la decisión de la Corte en Santa Cruz de que la sobrina de los Kirchner investigue cuestionables transacciones de tierras. Deficiencias evidentes en los componentes clave de la arquitectura anticorrupción de la Argentina apuntan a un marco institucional castrado, incapaz de proporcionar controles y equilibrios necesarios. Por estas y otras razones, a mediados de abril, Transparency International volvió a incluir a la Argentina entre los nueve países de la región que no han implementado prácticas anticorrupción establecidas. KELLY


jueves, 23 de julio de 2015

Sanz en Argenleaks - Por Santiago O´Donnell










En agosto del 2008 el hoy precandidato del radicalismo Ernesto Sanz le pidió a un grupo de funcionarios estadounidenses que aumenten sus críticas al gobierno de Cristina Kirchner, señala un cable diplomático filtrado por Wikileaks. Sanz elevó su reclamo ante un funcionario del Congreso estadounidense y otro del Departamento de Estado que visitaban la Argentina, además de hacerlo ante el entonces embajador Earl Anthony Wayne. Tal como ocurririó a Mauricio Macri seis meses más tarde cuando pidió lo mismo en un almuerzo en la embajada, el pedido de Sanz fue rechazado.

El enviado del Departamento de Estado contestó con diplomacia que “a todas las partes” les convenía que
Argentina y Estados Unidos se lleven bien. El funcionario del Congreso fue más claro todavía Sin demasiada sutileza, le hizo saber al senador mendocino que su pedido de intervención del gobierno estadounidense en la política argentina,, como si fuera un partido, francamente le parecía un exceso. Dice el cable:

Sanz presionó por un rol más asertivo, tanto de la embajada como de influyentes inversores estadounidenses, pidiendo que mandemos mensajes más duros al gobierno de Kirchner. Los críticos de la oposición, dijo, se sienten aislados al criticar las políticas peligrosas o irracionales del gobierno cuando jugadores internacionales clave están en silencio.

Primero llegó la respuesta conciliadora de Bruce Friedman, el funcionario del Departamento de Estado: 

Friedman enfatizó que el gobierno de Estados Unidos buscaba sostener y construir sobre los aspectos positivos de la relación Argentina-Estados Unidos y que todas las partes se beneficiarían con más vínculos entre los gobiernos de los dos países.

El funcionario del Congreso fue más directo. Carl Meacham le explicó al líder radical que su estrategia no iba a funcionar.

Meacham también le advirtió a Sanz que un rol de Estados Unidos demasiado fuerte fácilmente puede provocar una reacción y socavar las posiciones que apoyamos.

De la reunión entres Sanz y los enviados estadounidenses también participó la senadora de la Coalición Cívica María Eugenia Estenssoro quien, a diferencia del precandidato presidencial, no le pidió intervención alguna a la embajada. Al contrario, dijo que había que ser cuidadosos con las críticas. El gobierno venía de perder las elecciones legislativas del 2007 y el índice de popularidad de la presidenta, que luego pegaría un salto, se encontraba en su punto más bajo,  en el veintipico por ciento. Dice el cable firmado por el embajador Earl Anthony Wayne.

A Estenssoro le preocupa que con la frágil historia de las experiencias de gobierno, críticas abiertas al Ejecutivo muchas veces llevaban al colapso de un gobierno, algo que la mayoría de los miembros de la oposición ya no quieren ver.

Si bien Estenssoro criticó el estilo del gobierno y celebró el voto no positivo de Cobos como el fin de la “hegemonía” kirchnerista, la senadora sonó moderada en comparación con su par radical, quien se despachó:

“Sanz argumentó que el gobierno de Kirchner iba derecho a la chavización hasta que fue descarrilado por la crisis agrícola.”
También destacó  el voto no positivo de Cobos como una rara muestra de racionalidad dentro de un gobierno donde dicha cualidad brillaba por su ausencia. 

Sanz llamó el voto de Cobos "un acto racional dentro de un gobierno irracional".

viernes, 17 de julio de 2015

Solá en Politileaks - por Santiago O´Donnell









Felipe Solá es un político “confident”, seguro de sí mismo, que cree en sus propias habilidades. Así lo describe un cable diplomático del 11 de febrero de 2009 filtrado por WikiLeaks. Solá tiene tanta confianza en su propia persona que en su “primera reunión sustanciosa” con el entonces embajador estadounidense en la Argentina, Earl Anthony Wayne, le ofreció una serie de consejos sobre cómo gobernar para que el funcionario se los transmitiera a su presidente, Barack Obama.

Salvo por ese detalle, su paso por la embajada de Estados Unidos mientras se candidateaba para las elecciones de 2011 no fue muy distinto al de otros aspirantes a la presidencia argentina, que buscan la bendición estadounidense a cambio de un análisis político de la coyuntura y una muestra de simpatía hacia los intereses representados por los diplomáticos. El cable empieza con una síntesis de lo más interesante para la Embajada, que no incluye  los consejos para Obama.

En su primera reunión sustanciosa con el embajador Wayne el 5 de febrero, el diputado nacional por el peronismo disidente Felipe Solá, del bloque Unión Peronista, explicó sus aspiraciones presidenciales para 2011, las elecciones de mitad de término de este año y los méritos del sistema electoral de boleta única.
La síntesis continúa con especulaciones de la prensa acerca de la eventual alianza que formaría con Mauricio Macri y Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, y luego se detiene en la lógica detrás de “las ambiciones presidencialistas” de Solá:

Solá, cuyas ambiciones presidencialistas han estado en las noticias desde que rompió con la coalición oficialista Frente para la Victoria (FpV) en noviembre de 2008, dijo que el pobre manejo del Gobierno de la crisis del campo y su conocimiento íntimo del sector agrario lo ha llevado a considerar competir por la presidencia en 2011.
Después de una descripción de la coyuntura política, en la que predijo con acierto que el peronismo opositor ganaría ese año en la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá vendió su candidatura ante la Embajada comparándose favorablemente con sus aliados del momento, Macri y De Narváez. De Macri dijo era un buen “tecnócrata” y sobre De Narváez aseguró que tenía “perspectivas limitadas”. Él, Solá, en cambio, tenía una “imagen presidencial” y era conocido en todo el país.

Solá elogió su habilidad para capturar votos dado que es conocido a nivel nacional y tiene una imagen presidencial, mientras que las perspectivas de De Narváez son limitadas, ya que sólo es conocido a nivel provincial. Con respecto a Macri, Solá lo describió como un tecnócrata que ha madurado y ha mejorado muchísimo. Agregó que Macri tiene un buen manejo de los temas presupuestarios y elogió los esfuerzos de Macri para ajustar el presupuesto y evitar el endeudamiento, con lo cual ha establecido un estado fiscal bastante saludable. También destacó el trabajo de Macri con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para expandir la obra pública en la ciudad.
Más allá del análisis de las potenciales candidaturas en Argentina, lo más llamativo de su encuentro con el embajador Wayne fue la manera en que Solá se atrevió a darle consejos para Obama. Bajo el subtítulo
“Elogios y consejos para el presidente Obama”, el cable revela lo siguiente:

Para cerrar, Solá sugirió que el presidente Obama aproveche la Cumbre de las Américas para anunciar una nueva capitalización del BID, con el foco puesto en proyectos para mejorar el medio ambiente y producir energía y alimentos. Dijo que semejante anuncio sería bien recibido y costaría poco. Agregó que el presidente Obama parece haber armado un gabinete fuerte y lo elogió por tener “el foco donde debe estar” al proponer un techo para los altos ejecutivos de empresas que reciben asistencia financiera del gobierno de Estados Unidos. “Todos necesitamos que el presidente Obama haga las cosas bien,” enfatizó. Después de describir al presidente Obama como el “factor anti-recesión” para el mundo, se proclamó a sí mismo como el “factor anti-recesión” para la Argentina.

Conclusión del embajador: Solá es un político seguro de sí mismo. Habrá que ver si le alcanza en un país de personalidades fuertes.

La reunión terminó siendo una buena puesta al día con un político seguro, enérgico y rápido de mente, que espera usar las elecciones legislativas en 2009 para catapultar su candidatura presidencial hacia 2011… En una tierra de personalidades fuertes, esperamos una campaña movida para las elecciones de mitad de término. WAYNE






Felipe Solá llegó a presentar su candidatura presidencial en público en junio de 2010. Sin embargo, nunca despegó del fondo del pelotón de presidenciables, hasta que un año más tarde confirmó lo que para ese momento ya era un secreto a voces: que se bajaba de la disputa, que finalmente Cristina Kirchner ganó con el 54% de los votos. Hoy Solá trabaja para la candidatura presidencial de Sergio Massa en 2015.

miércoles, 8 de julio de 2015

Los WikiLeaks de Aníbal - Por Santiago O´Donnell






Según los 155 cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks entre el 2003 y el 2010 que mencionan a Aníbal Fernández, el actual jefe de Gabinete y precandidato a gobernador de Buenos Aires supo ganarse el aprecio de la embajada de Estado Unidos por el empeño que puso en algunos temas prioritarios para la sede diplomática. Por ejemplo, la aprobación y aplicación de una ley para combatir el tráfico de personas y la cooperación entre las fuerzas de seguridad argentinas y las agencias de inteligencia estadounidenses.

Pero con el correr de los años la confianza de los diplomáticos norteamericanos se fue perdiendo, dicen los cables. Y dicen también que se fue perdiendo  a partir de ciertas conductas del funcionario kirchnerista, ya sea conductas comprobadas como sus actitudes groseras en privado y sus fuertes críticas a Estados Unidos en público. o conductas presuntas como su supuesta vinculación con el narcotráfico, el fraude electoral y el espionaje ilegal.

La primera impresión no habìa sido buena. Un cable del 20 de mayo del 2003 sobre la conformaciòn del gabinete de Néstor Kirchner advertía que Fernández "había enfrentado cargos de corrupción" y que "contactos de la embajada" lo acusaban de haber "estimulado activamente" a "los saqueos y la violencia que se desató en diciembre del 2001 y que eventualmente llevó a la renuncia del presidente Fernando De la Rúa". Fue uno de los últimos despachos que firmara desde Argentina el entonces embajador James D.Walsh.

Sin embargo, con el recambio de embajadores,Fernández pudo dar vuelta esa impresión. Primero vino Lino Gutiérrez, después llegó Earl Anthony Wayne, En el cable que describe el primer encuentro de Fernández con Wayne, fechado 22 de noviembre del 2006, ya no aparecen referencias negativas sobre el pasado del funcionario. En cambio se destaca la "excelente" relación entre las agencias de seguridad de Estados Unidos con representación en la Argentina_la DEA, el FBI y la CIA_y las cuatro fuerzas de seguridad argentinas que Fernández comandaba desde el ministerio de Interior: Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria.

El 16 de noviembre el Embajador mantuvo una muy constructiva primera reunión con el Ministro del Interior Anibal Fernández. Hablaron de la excelente relación de trabajo entre las agencias de la Embajada y las cuatro fuerzas de seguridad bajo el control del Ministro.

Más contento todavía quedó el embajador en febrero del 2007, cuando Fernández públicamente tomó distancia de la política de nacionalizaciones que acababa de anunciar Hugo Chávez. "Venezuela no es el modelo" para Argentina, había declarado Fernández, dice un cable del 12 de ese mes y año. Según el despacho, la frutilla del postre la había aportado el diario Clarín al informar que Fernández había dicho lo que dijo sobre Chávez y Venezuela después de reunirse con Wayne.

El gobierno de Kirchner, que había demorado la colocación de un bono por el anuncio de las nacionalizaciones del gobierno de Venezuela, no perdió el tiempo en diferenciarse y distanciarse de Venezuela. Mientras que tanto el ministro del Interior Anibal Fernández como el secretario de Comercio Exterior de la Cancillería Chiaradía insisten que la decisión de Venezuela es interna y no afecta al Mercosur, también han afirmado que "Venezuela no es el modelo" para Argentina o el Mercosur. ("Clarin", el diario de mayor circulación de la Argentina, marcó una conexión de EE.UU. con el distanciamiento, ya que las declaraciones de Fernández se hicieron después de una reunión con el Embajador.)

El tiempo pasa rápido. Apenas un año más tarde la embajada destacaba su "vieja y excelente relación" con Fernández, que por entonces ocupaba el ministerio de Justicia y seguía a cargo de las cuatro fuerzas de seguridad. Lo dice en un cable del 13 de marzo del 2008 que critica la política de descriminalización del consumo de drogas que impulsaban el flamante gobierno de Cristina Kichner y Fernández en particular. A pesar de no estar de acuerdo, el cable dice van a acompañar la política argentina, básicamente porque Fernandez y su equipo se habían ganado la confianza de la embajada.

Tenemos una vieja y excelente relación con Fernández y sus asesores. Mientras avanza con su política, la Embajada trabajará con él para tratar de limitar los los efectos negativos no intencionales que puedan surgir en nuestras iniciativas antinarcóticos a nivel bilateral y regional.

Tras la partida Wayne en abril del 2009 empieza a romperse el idilio entre Fernández y la embajada. Un cable firmado por el Encargado de Negocios Tom Kelly el 8 de julio de ese año reconoce la utilidad del contacto con Fernández, a quien describe como el más accesible y bien predispuesto de todos los ministros de la presidenta. Pero el despacho también pinta al recientemente designado jefe de Gabinete como un "perro de ataque" de los Kirchner que no duda en ejercer la violencia verbal en contra de Estados Unidos cada vez que sus amos se lo ordenan. También le critica su estilo verticalista y personalista de conducción de las fuerzas de seguridad. La relación ya no será "excelente", pero al menos seguía siendo "positiva."

Comentario: Siendo un fanático kirchnerista, Anibal Fernández ha sido para nosotros el más accesible y bien predispuesto miembro del gabinete de CFK, dándole la bienvenida al entrenamiento y la cooperación de las fuerzas de seguridad del gobierno de EE.UU. Pensamos que esto refleja su profundo pragmatismo antes que cualquier afinidad vinculante con los Estados Unidos. Nuestra positiva relación de trabajo con Fernández, por ejemplo, no impidió que criticara a los Estados Unidos para proteger a los Kirchner, tal como lo hizo durante el escándalo de las valijas de 2007-2008. En efecto, desde hace tiempo que viene actuando como el vocero extraoficial y perro de ataque de los Kirchner. como cabeza de las fuerzas de seguridad interior, incluyendo la policía federal, Gendarmería, Prefectura, y policía especial aeroportuaria, Fernández rápidamente impuso una cadena de mando estrictamente vertical en las fuerzas de seguridad, desalentando el intercambio de información y ordenando que los jefes de las fuerzas le respondan directamente a él.

Dos meses más tarde un nuevo cable de Kelly, fechado el 10 de septiembre del 2009, se queja de que a diferencia de sus antecesores Alberto Fernández y Sergio Massa, el siempre "accesible" jefe de Gabinete Anibal Fernandez no tiene problemas en criticar a Estados Unidos cada vez que los Kirchner lo requieren.

AF ha sido uno de los miembros del gabinete de CFK más accesibles para la Embajada, pero a diferencia de sus dos predecesores inmediatos, también no ha sido tímido a la hora de vociferar sus ataques al gobierno de EE.UU. (o cualquier otro blanco) para defender a los Kirchner.

 Más abajo, retomando el trabajo de Walsh en el 2003, el cable presenta los principales antecedentes de Fernández a juicio de la embajada. Pero más que un currículum, el cable se asemeja a un prontuario.

Como muchos políticos argentinos, está plagado de rumores de corrupción, incluyendo vínculos con el narcotráfico, de acuerdo con informes no verificados de la prensa y agencias de inteligencia. Además está sospechado de dirigir equipos de inteligencia que monitorean en forma clandestina los emails de los oponentes políticos del gobierno, según otros informes de inteligencia, y ha sido vinculado con los esfuerzos del gobierno de CFK de asegurarse votos de manera ilegal en las provincias de Córdoba y Buenos Aires de cara a las elecciones de mitad de término en junio. A pesar de las variadas y persistentes acusaciones de corrupción lanzadas en su contra, no hay pruebas duras.

Tanto en las acusaciones de connivencia con el narcotráfico como las de fraude electoral y espionaje ilegal, el cable explicita que la información no proviene no sólo de recortes de diario o contactos argentinos, sino también de fuentes de inteligencia de la propia embajada. Además, el cable acusa a Fernández de baboso y de referirse a las víctimas de la explotación sexual con una grosería rayana en la homofobia y la misoginia, pero en ese caso no se basa en informes de inteligencia sino en la simple observación de su conducta durante sus visitas a la embajada. 

Aunque siempre está bien preparado, a veces puede ser grosero en su lenguaje y actitud. En más de una ocasión le ha prestado atención de manera obvia a una traductora atractiva durante una reunión con funcionarios estadounidenses. Además se ha referido a la demanda local de "genitales jóvenes" al explicar los desafíos que enfrenta su ministerio en la lucha contra el tráfico humano para la explotación sexual.

Al final, el cable de Kelly aconseja no confiar demasiado en Fernández.

Hay suficientes rumores sobre Fernández--aún en esta sociedad chismosa y conspirativa--que convendría ejercitar cierta cautela a la hora de interactuar con él.

La llegada de la embajadora Vilma Socorro Martínez a la Argentina el 18 de septiembre del 2009 sólo sirvió para que además de poco confiable, la embajada tildara a Fernández de mentiroso. Según un cable del 27 de octubre del 2009, una semana después de que la embajadora fuera escrachada durante una visita a la universidad de Cuyo en Mendoza, Fernández había declarado a la prensa "falsamente" que él había hablado con Martinez para expresarle su solidaridad. Eso sí, al igual que sus antecesores, Martinez tuvo que reconocer que para la embajada, Anibal Fernández siempre fue y sigue siendo un tipo accesible.

Una vez más, con su discurso a boca de jarro, AF demostró que maneja su agenda y es consciente de lo que queremos escuchar. También sabemos que no es el intelocutor más confiable, ya que esta reunión tuvo lugar pocos días después de que públicamente y falsamente declarara que había llamado a la Embajadora para hacerle llegar su pesar por la protesta en Mendoza. Sin embargo, debido a su cargo y a su influencia con los Kirchner, nuestra intención es seguir aprovechando el acceso que nos ofrece.

Fernández fue desplazado de la jefatura de Gabinete en un recambio ministerial en diciembre del 2011. Luego fue senador nacional, secretario general de la Presidencia y, a partir de febrero pasado, nuevamente jefe de Gabinete. Un mes más tarde se reunió en su despacho con el nuevo embajador, Noah Mamet, reemplazante de Martínez.  Según la agencia de noticias oficial Télam el tema de la trata de personas dominó la reunión, a la que un vocero del  gobierno calificó de "muy positiva" y "muy  provechosa". La reunión se hizo a pedido del embajador, dijo una fuente anónima de la jefatura de Gabinete citada por Télam. Los principales medios del país levantaron la noticia y publicaron fotos de Presidencia de la Nación que muestran al funcionario y al embajador posando sonrientes. La embajada guardó silencio.












viernes, 3 de julio de 2015

Lousteau en WikiLeaks - Por Santiago O´Donnell







Primero vino la sorpresa, después la esperanza, después el enamoramiento y finalmente la desilusión. Según los 46 cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks que nombran a Martín Lousteau, entre fines del 2007 y principios del 2008 el entonces ministro de Economía se reunió varias veces con funcionarios, legisladores y diplomáticos estadounidenses. A través de ellos, y valiéndose de sus contactos en el gobierno de Cristina, la embajada y siguió paso a paso ascenso, apogeo y caída de Lousteau del Olimpo kirchnerista. Los cables describen al hoy candidato a Jefe de Gobierno del espacio ECO como un técnico creativo y bienintencionado pero políticamente inexperto, que sucumbió ante una brutal demostraciòn de manejo del poder.  Un drama argentino escrito en clave de serie norteamericana que, según desde donde se lo mire, termina en tragedia o final feliz.

En todo caso, una historia fugaz. Decisiva quizás, pero fugaz. Pasaron cuatro meses desde su asunción como el primer ministro de Economía de Cristina Kirchner, hasta que Néstor Kirchner lo echara del gobierno a las patadas. A los 36 años había llegado a ser el ministro de Economía más joven de la historia argentina, destacan los cables estadounidenses. En sus primeros contactos con los funcionarios de ese país Lousteau llegó a generar un gran entusiasmo, al punto que en la embajada escribieron que el joven ministro podría ser un "excelente representante de Argentina" en el mundo de las finanzas globales. Eso sí: había que ver si lo dejaban.

Pero la ilusión duró un suspiro. Tres semanas después de asumir Lousteau cargó con el costo de haber presentado al país un esquema de retenciones agrícolas móviles que derivó en un duro enfrentamiento con las patronales del campo, las cuales lograron derrotar la medida. A partir de entonces Lousteau empezó a perder poder con respecto a sus rivales internos, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el ministro de Planificaciónm, Julio De Vido. La embajada, seducida por el compromiso de Lousteau de pagarle a Estados Unidos la deuda del Club de Paris y de reabrir el canje para los tenedores de bonos del default, escribió que sería un lástima que Lousteau perdiera la interna porque es “lo mejor a lo que se puede aspirar” dentro del gobierno kirchnerista.

Según el relato de los cables, el final llegó en pleno conflicto rural pero por razones ajenas a ese conflicto, o que al menos lo excedían. Lousteau había presentado a la presidenta un pliego de exigencias, un paquete de medidas para bajar el gasto, levantar barreras proteccionistas y sincerar números con el objetivo de bajar la inflación, que por entonces el INDEC medía en nueve por ciento anual y los demás en alrededor del veinte. Si no lo aprobaban, le mandó a decir a la presidenta, entonces él se iría del gobierno. Néstor Kirchner contestó desde el atril diciendo que estaba harto de economistas que le querían enfriar la economía. Alberto Fernández, con un pie afuera del gobierno, intentó convencer a Lousteau de que se quedara. Pero el joven economista, golpeado por las palabras del ex presidente, sabía que si aceptaba continuar tendría un futuro de figurita decorativa a la espera del próximo recambio ministerial. Entonces renunció.

En el corto tiempo que va desde su designación, cuando todavía era presidente del Banco Provincia y se reúne por primera vez con el embajador Wayne, hasta el día en que la embajada debe explicarle al Departamento de Estado su renuncia, la opinión de la sede diplomática no varía en cuanto a las virtudes y debilidades de Lousteau. En su haber, una sólida formación, capacidad técnica y sobre todo ideas originales y bien fundamentadas para resolver problemas complejos. En el debe, el no haber podido o sabido generarse suficiente espacio de maniobra en el gobierno como para llevar adelante sus iniciativas. Esto es, no haber podido o sabido convencer a quien entonces era el ministro de economía de facto, Néstor Kirchner, de hacer un ajuste que el gobierno terminaría demorando hasta el 2013.

Todo esto figura en los cables diplomáticos, empezando por el primero en nombrarlo, clasificado “confidencial”, fechado 14 de noviembre de 2007. Ese día el entonces Jefe de Gabinete Alberto Fernández anunciaba el nuevo gabinete que asumiría con Cristina el 10 de diciembre, casi un mes después. En el párrafo dedicado a Lousteau, tras citar sus antecedentes laborales, el cable dice lo siguiente:

El nombramiento de un ministro de Economía tan joven sin mucho peso político ni experiencia de gestión es visto por algunos como prueba de que Nestor Kichner continuará siendo el ministro de economía de facto enla presidencia de CFK. Por otra parte Lousteau tiene la reputación de ser un joven brillante y de mente abierta, sin vínculos con las industrias proteccionistas de Argentina. Queda mucho por aclarar acerca del manejo de la política económica que tendrá el ministerio de Economía bajo el mando de Lousteau, incluyendo si el ministro podrá retomar el control de la secretaría de comercio interior que hasta ahora ha sido el ejecutor de los controles de precios impuestospor  Néstor Kirchner y el líder en la manipulación del índice de inflación de la agencia de estadísticas INDEC.


Otro cable, fechado 30 de noviembre del 2007, da cuenta del primer encuentro entre Lousteau como ministro designado y el entonces embajador Earl Anthony Wayne. El diplomático se lleva una buena impresión del economista, pero pone en duda su capacidad de maniobra.

Comentario: Cuanto más tarde el gobierno de CFK en tratar los crecientes desequilibrios económicos, mayor será el costo_económico y político_de la corrección…es alentador que CFK haya elegido a un economista/banquero para enfrentar estos desafíos, pero quedan serias dudas sobre si Lousteau tendrá suficiente libertad de acción como para hacer lo correcto.

Una semana antes de asumir, el 3 de diciembre del 2007, Lousteau volvió a reunirse con Wayne, a quien le propuso avanzar con un arreglo con el Club de Paris pero en los mismo términos que habían planteado sus antecesores Feilisa Miceli y Miguel Angel Peirano, o sea sin monitoreo de cuentas del Fondo Monetario Internacional (dicho acuerdo recién se concretaría en mayo del 2014). En una conclusión cargada de cinismo, el autor del cable firmado por Wayne destacó la voluntad de Lousteau de querer colaborar con el pago de la deuda externa, ya que el manejo de la economía doméstica quedaría en otras manos.

Comentario: La ansiedad de Lousteau por tratar el tema del Club de Paris y de responder las inquietudes de los inversores son bienvenidos, particularmente porque la dinámica de su nombramiento sugiere que no tendría mucho espacio de maniobra en los temas clave de enfriamiento de la economía y manejo inflacionario, incluyendo la normalización del INDEC.

A pesar del escepticismo inicial, Lousteau no tardó en ganarse el favor de la embajada. Un cable del 25 de febrero del 2008 que da cuenta de una reunión entre el ministro y un grupo de congresistas estadounidenses marca el punto de máximo enamoramiento de la embajada con Lousteau. El cable dice que en esa reunión Lousteau mencionó por primera vez que el gobierno argentino estaba dispuesto a reabrir el canje de deuda con los bonistas que no habían entrado en la reestructuración del 2005, cosa que finalente ocurriría dos años más tarde. Hasta entonces el gobierno venía diciendo que no habría reapertura del canje. Eso sí, sin nombrarlos, Lousteau dio a entender que la nueva oferta no incluiría a los fondos buitre.

Sin decir explícitamente que Argentina arreglaría con algunos pero no todos los acreedores, Lousteau destacó que cuando se habla de reabrir el canje era importante diferenciar entre varios tipos de tenedores de bonos. en particular comparó a los pensionistas europeos que tienen bonos adquiridos antes del default del 2001 y que sufrieron mucho con el default del 2001, con los grandes fondos de inversión y otros especuladores que compraron deuda argentina altamente comprometida por centavos sobre el dólar justo antes o inmediatamente después del default… Muchos de los especuladores evitaron participar en el canje de la deuda, apostando a que decisiones favorables en cortes de estados Unidos y Europa les permitiría cobrar el 100% de bonos que pagaron al 20% de su valor original.

El cable finaliza con una catarata de elogios para Lousteau, a quien imagina como “un excelente representante económico del gobierno argentino" .

Comentario: A pesar de llevar tan sólo dos meses en su puesto y de no tener mucha experiencia de alto nivel en la cual recostarse, Lousteau ha demostrado un impresionante comando de los temas durante su reunión con la delegación de congresistas. No queda claro todavía si el ministro Lousteau tiene mucho poder o influencia dentro del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, hablando en un inglés excelente, ofreciendo observaciones concisas y bien elaboradas--y sin leer apuntes—manejando con eficacia temas difíciles y controvertidos como la manipulación de datos, Lousteau demostró que tiene el potencial para convertirse en un excelente representante , y vendedor, del gobierno argentino en otros países e instituciones multilaterales.

Pero el romance terminó rápido: tres semanas más tarde, el 12 de marzo del 2008, Lousteau anunció un fuerte aumento en el impuesto a las principales exportaciones agrícolas y un esquema de retenciones móviles para aprovechar el alto precio de los granos en el mercado internacional. La embajada no estuvo de acuerdo con la medida y así lo hizo saber en un cable que despachó a Washington dos días después:

Mientras el objetivo del gobierno argentino de agrandar el superávit fiscal primario es encomiable, el mecanismo recaudatorio elegido podría ser peligroso a mediano plazo. En primer lugar, la presión impositiva apuntada a un sector específico desalienta la asignación de recursos económicos a ese sector, en este caso el sector agrícola, probablemente el más eficiente y competitivo de la Argentina, en favor de sectores menos competitivos de la economía. En segundo lugar, el aumento en las retenciones aumenta la vulnerabilidad de las cuentas del gobierno argentino con respecto al ciclo internacional del precio de materias primas, en particular porque parte de lo recaudado se usaría para financiar subsidios domésticos. Si los precios caen, cuando eso suceda el gobierno argentino corre el riesgo de un ajuste fiscal abrupto y un deterioro en la dinámica de su deuda. ambos facores tendrían una fuerte incidencia en la capacidad de Argentina para mantener su crecimiento económico.

Las malas noticias para Lousteau no tardaron en llegar y en sucesivos cables la embajada fue marcando su pérdida de influencia y relevancia en las decisiones del gobierno. Un despacho del 3 de marzo advertía que Lousteau había quedado “herido” tras perder una disputa con Moreno por el control de INDEC, batalla que reflejaba que el sector “proteccionista” de Moreno y De Vido le había ganado la pulseada interna al sector “reformista” que encarnaban Alberto Fernández y Lousteau . Otro cable del 10 de abril del 2008, en medio de la pelea por las retenciones, daba cuenta de la ya precaria posición del entonces ministro de Economía dentro del gobierno kirchnerista.

Lousteau pelea por su superviviencia política. Enfrenta fuertes críticas en la prensa y frecuentes pedidos de renuncia. La presidenta le ha ratificado su apoyo, pero permanece débil y vulnerable. Mientras su influencia sobre los grandes temas económicos es limitada, Lousteau claramente quiere buscar soluciones creativas al controvertido tema de la deuda. Se podría decir que necesita un triunfo, pero su debilidad interna puede hacerlo reacio a tomar riesgos.

Sin embargo, aunque la embajada ya  no confiara en él, seguía apoyando a Lousteau por considerarlo mucho más razonable y afín que sus rivales internos. El 11 de abril del 2008 el entonces secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson se reuniría con Lousteau en Washington. El cable del día anterior, dirigido a Paulson , recomendaba que trate bien a su visitante, ya que dentro del gobierno de Cristina, es “lo mejor a lo que podemos aspirar”.

Descripción del escenario: Lousteau es lo mejor a lo que podemos aspirar. La reunión del 11 de abril con el ministro de economía Lousteau ofrece la posibilidad de demostrarle, tanto a Lousteau como a otros funcionarios con ideas reformistas dentro del gobierno argentino y el Banco Central, que existe un interés estadounidense de alto nivel en ayudar a la Argentina a resolver los temas de deuda que impiden su reinserción en los mercados globales de capital.

Dos semanas después de su reunión con Paulson, Lousteau renunció. Según un cable despachado al día siguiente, la embajada pudo averiguar que más que irse Lousteau, Néstor Kirchner lo había echado de manera poco elegante, defenestrándolo sin nombrarlo en un mitin partidario.

En una reunión del partido Peronista en la tarde del 24 de abril, el Primer Marido y recientemente elegido presidente del partido Peronista, Néstor Kirchner, le apuntó a ciertos economistas a quienes no nombró, que en las últimas semanas habían expresado una creciente preocupación por la aceleración de la inflación doméstica. “Son los líderes que llevaron al país a la bancarrota (por ejemplo, fueron responsables por la crisis económica del 2001/2); esos economistas ahora enfriar la economía, que no se consuma (por ejemplo, no promocionar el consumo doméstico). ¡Quieren que todo se exporte!” Contactos de la Embajada y consultores económicos independientes y fuentes del ministerio de Economía coinciden en que Lousteau leyó la declaración de Kirchner como un rechazo incondicional a sus propuestas antiinflacionarias ortodoxas. Poco después presentó su renuncia.

Así como antes se había ilusionado con las “ideas originales para tratar asuntos complejos” del “ministro de Economía más joven de la Argentina”, la embajada despidió a Lousteau con un impiadoso análisis de su breve paso por los corrillos del poder kirchnerista.

CFK empezó su presidencia cuatro meses y medio en un momento económico precario…El nombramiento de Lousteau por parte de CFK en noviembre del 2007 había sido una señal alentadora de que permitiría que un economista técnicamente capaz enfrente ese desafío. Pero eso no sucedió. Lousteau nunca tuvo libertad para hacer lo correcto. Deja su cargo sin mayor logro que el haberse ido del gobierno kirchnerista por voluntad propia antes de haber sido dejado de lado.